lunes, 23 de marzo de 2009

Amor Ágape


El amor Ágape
(Una reflexión)

¿Qué es el amor? ¿Qué propósito tiene? y cuál es su importancia y trascendencia para los seres humanos? Algunos lo definen como un sentimiento inherente en cada uno de nosotros que se libera como un medio de complementación del alma; el cual nos brinda placer además de una paz interior inigualable, por ejemplo la primera vez que observamos a nuestra madre, cuando alguien nos dio ese primer beso que jamás olvidaremos y nos transporta a un lugar donde todo es perfecto y no existe ni el tiempo ni el espacio solo el ahora.


Sin embrago, en diversidad de oportunidades cuando tenemos una relación interpersonal, se hacen presentes las personalidades de dichos elementos donde incluimos tanto las virtudes como los defectos; no obstante, son esos defectos los que nos hacen dudar en ciertas situaciones y abrimos paso a otros sentimientos como son el odio, el enojo, la intolerancia en la diferencia de opiniones y nos olvidamos de la percepción del amor.


El Amor Ágape, por ejemplo es una excepción a esta regla, es incondicional, connota sacrificio y es totalmente desinteresado. Es el verdadero amor, el amor de Dios, el amor divino, el amor oblativo, algunos ejemplos del amor verdadero de Dios para con nosotros la humanidad: San Juan 3,16-17, 1ra de Juan 4, 7-12, Romanos 5,8 y Efesios2,4-9 luego de evaluar estos versículos bíblicos podemos decir que tenemos que madurar o sea tener la capacidad de posponer gratificaciones para que exista una verdadera libertad entre una pareja para poder así tener una verdadera entrega.
El amor es perdonar, es comprender y es crear vínculos de una relación reciproca de profundo bienestar. Es lograr una paz y armonía para la convivencia de los seres humanos. El amor es lealtad es “cuente conmigo” en las buenas y en las malas. Son dos personas que se constituyen en un emblema de unión, creando dentro de la unidad una diversidad (todas las personas somos diferentes) para fines comunes he aquí la importancia y trascendencia del amor.

Este mundo cada vez más convulso y más interrelacionado con la globalización, el respeto al otro y la conciencia hacia nuestros iguales es un ingrediente que debería llenarnos de comprensión para que este mundo fuese mejor, ya sea que seamos del primer mundo o pertenezcamos al mundo más “atrasado”, y alcanzar un equilibrio espiritual; esto en relación con las guerras como la antítesis del amor.

Carlos Luis Hernández Rodríguez. Grupo 07

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