La privatización es un proceso mediante el cual las actividades, empresariales o no, son transferidas del sector público al sector privado, es decir, entregadas o tomadas del Estado para la sociedad a través de las fuerzas del mercado y la libre competencia. Este proceso permite a los actores no gubernamentales intervenir cada vez más en la financiación y prestación de servicios empresariales, asistenciales, etc., y conlleva la introducción de cambios en las funciones y responsabilidades públicas y privadas. No se limita en sí a la venta de empresas públicas ni es especialmente indispensable, ya que esta sería sólo una dimensión o un aspecto de un proceso mucho más profundo. La privatización fundamentalmente es desmontar el Estado y dejar a los particulares brinda servicios libremente que anteriormente habían sido monopolizados por el Estado.
La privatización de las telecomunicaciones y de los seguros está impresa en el espíritu del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y sólo afianzará el neoliberalismo que ambos proyectos son parte de la agenda de implementación, no reflejada en el texto del acuerdo, pero cuya aprobación es exigida por Washington.
Menos inversión, nuevos hospitales. financiar la sanidad privada, derivación de pacientes, externalización de servicios y Mensajes contra lo público. Todas esas políticas de estrangulamiento de la economía de los países se propuso reducir la intervención del Estado, liberalizar el comercio y promover las exportaciones.
Con esto se rompe el sentido de servicio público que tuvieron hasta ahora esas actividades en nuestro país y entrará a primar, de manera exclusiva, el principio de la libre competencia en beneficio de las empresas transnacionales gringas y europeas.
Estas oportunidades se vuelven muy importantes en una coyuntura internacional muy compleja en la cual hay un salto cualitativo en el apuntalamiento de las plataformas de hegemonía y dominación por parte de los Estados Unidos, más ahora, cuando la banda petrolera que se apoderó de la Casa Blanca califica sin ningún escrúpulo cuales son los países del bien y cuales pertenecen al eje del mal y anuncia guerras preventivas contra aquellos países que promuevan, según ellos, el "terrorismo".
Los insaciables apóstoles del libre mercado, las consecuencias de esto incidirán, de múltiples maneras, en la vida cotidiana de las gentes, y en especial, en las de los más pobres.